Invertir en bolsa es una actividad que muchos
intentan realizar a lo largo de su vida, como una alternativa a otro tipo de
inversiones menos rentables (teóricamente), pero no todo el mundo consigue
llevar a cabo con éxito, ya que este tipo de tarea exige una serie de
requisitos básicos que conviene tener muy en cuenta antes de ponerse manos a la
obra.
En cualquier caso es muy importante, como en
cualquier otra actividad que implique una cierta cantidad de riesgo (en este
caso, económico), conocer bien el terreno que pisamos, así que el primer
consejo que se debe seguir es:
1. Infórmate. Puede parecer obvio, pero hay
mucha gente que se lanza a la inversión en bolsa sin tener ningún tipo de
conocimiento, o con información sacada de fuentes poco fiables o directamente
fraudulentas. Puedes conseguir información a través de la red, claro que sí,
pero también es importante leer libros, asistir a conferencias, seguir la
prensa económica más prestigiosa, etc.
2. Imita a los maestros. Los grandes
inversores que aparecen cada día en las páginas “salmón” han llegado donde han
llegado por algo. Normalmente los mayores expertos en la inversión en bolsa se
han caracterizado por actuar con el largo plazo en mente que guiándose por los
resultados inmediatos, algo que con toda seguridad es una buena estrategia a
seguir. Un asesor de inverión puede ayudarte en este apartado.
3. Sé constante. La bolsa no es una actividad
para personalidades con tendencia a la intermitencia. Si te la tomas como una
afición más, como aquel que hoy va a jugar a golf y al día siguiente quiere
dedicarse a hacer triatlón, los resultados serán mediocres. La inversión en
valores bursátiles exige constancia,, además de conocimiento.
4. No te quedes en la teoría. Siguiendo con el
símil deportivo, puedes leer miles de libros de un deporte y conocer el
reglamento a la perfección, pero para ser un buen jugador eso no significa nada
si no practicas, cuanto más mejor. Aplica tus conocimientos.
5. No desesperes. Está claro que el riesgo
implica cierto grado de estrés, pero si sigues una estrategia inteligente en
base a unos conocimientos sólidos, los resultados han de llegar. Recuerda:
piensa en el largo plazo, no en el día a día.
6. Tómatelo con calma. No pierdas el mundo de
vista y dedica el tiempo necesario a otras actividades. Puede parecer una
contradicción con el punto 3 (la constancia), pero cualquier actividad llevada
a extremos exagerados se hace ineficiente e ineficaz.
7. No inviertas más de lo que estés dispuesto
a perder. Para evitar frustraciones, debes ponerte límites. Arriesgar demasiado
es el primer paso para perderlo todo.